Navidad amigable y sostenible con el medio ambiente

por Revista Hechos&Crónicas

Llegó diciembre con su alegría y también con su preocupación. Así es, la Navidad se ha convertido no solo en una fecha especial donde recordamos el nacimiento de Jesucristo, compartimos con las familias y seres queridos, sino en una de las temporadas más contaminantes para el planeta tierra por la gran cantidad de basura que genera, el desperdicio de alimentos y otras consecuencias nefastas para el medio ambiente.

Los regalos, comida, luces, empaques y adornos hacen que diciembre sea una época especial y muy esperada por niños, jóvenes y adultos, pero no por la tierra. Esta es la temporada en donde se incrementa el consumo y los niveles de basura en todo mundo.

En México, una de las ciudades más grandes y pobladas de América Latina, la producción de basura crece alrededor del 25% durante el mes de diciembre, mientras que en Bogotá los residuos se incrementan en un promedio de 3.700 toneladas diarias según la Secretaría de Ambiente.

“Basta de maltratar la biodiversidad. Basta de matarnos a nosotros mismos con el carbono. Basta de tratar la naturaleza como un retrete. Basta de quemas, perforaciones y minas cada vez más profundas. Estamos cavando nuestra propia tumba”, fue el llamado del Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en su discurso de apertura de la Conferencia sobre el Cambio Climático de la COP26 en Glasgow (Escocia) que se celebró desde el pasado 31 de octubre hasta el 12 de noviembre.

En esta cumbre ambiental la advertencia fue clara “Están sonando las alarmas. Nuestro planeta nos está diciendo algo. Igual que las personas en todo el mundo. La acción climática es la mayor preocupación de las personas, en todos los países e independientemente de la edad y el género. Debemos escuchar. Debemos actuar. Y debemos elegir sabiamente. En nombre de esta generación y de las generaciones futuras, los insto a que elijan la solidaridad. A que elijan la protección de nuestro futuro y el de la humanidad”, puntualizó Guterres.

Por tal razón y con el objetivo de que cada granito de arena cuenta a la hora de salvar y cuidar el planeta Tierra, compartimos algunos consejos para hacer de la Navidad, una fiesta sostenible y amigable con el medio ambiente:

Reutiliza y recicla

La decoración y adornos navideños suelen ser una fuente considerable de basura y desperdicios que afectan directamente al medio ambiente. Para estas fechas no es necesario comprar nuevamente estos accesorios, no solo por economía sino por cuidado ambiental, sino que puedes reutilizar la decoración de fiestas anteriores y puedes innovar creando estos adornos con materiales biodegradables.

En algunos países de América Latina, incluido Colombia, es norma la clasificación de residuos, por eso a la hora de celebrar incentive, enseñe e imponga este tipo de acciones en casa o donde piense pasar las fiestas.

No a los plásticos y empaques no reciclables

Gracias a la Navidad, los hogares se llenan de plástico por donde se miren: regalos, empaques, envoltorios, vasos y cubiertos desechables, etc. La apuesta para esta nueva fecha decembrina que llega es usar plásticos lo menos posible.

Evita el papel para regalo brillante, las etiquetas de cinta adhesiva y etiquetas de regalo brillantes hacen que el papel de envolver sea casi imposible de reciclar, por eso siempre busca opciones biodegradables o explota la creatividad usando material reciclado o papel de periódicos para envolver los regalos.

Igualmente trata de no usar vasos y cubiertos desechables, el plástico tarda decenas de años en su proceso de descomposición por lo que entre menos los uses mejor. Durante las fiestas decembrinas, usa cubiertos y platos que puedas lavar a medida que se vayan ensuciando y escoge entre tus familiares y amigos a quienes te puedan ayudar con el aseo de estos.

Hacer uso razonable de los recursos

En época navideña y de fin de año el consumo de recursos como el agua y la electricidad se dispara en muchos hogares y esto afecta directamente el medio ambiente. Por eso a la hora de dejar prendido el típico alumbrado navideño todo el día piénselo dos veces, no solo porque afectará su bolsillo a la hora de pagar por este servicio sino también por el bien del planeta ya que el consumo de energía desaforado tiene como efecto la contaminación lumínica y según un estudio de la Universidad de York en Inglaterra, en Navidad se emite un 5,5 % del dióxido de carbono producido en un año. Y ni qué decir del consumo del agua en estas fechas.

El uso racionado y responsable de estos recursos contribuirá al cuidado del medio ambiente en estas fechas, el mejor regalo de Navidad para la tierra será el aporte que cada uno realice al su cuidado y protección.

No desperdicie comida

Según un estudio sobre el desperdicio alimentario en Navidad realizado por Too Good To Go más del 20% de la comida navideña termina en la basura generando contaminación, desechos y un “caldo de cultivo” para bacterias, virus y enfermedades. Según un reporte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), el desperdicio de alimentos es responsable de emitir 3,300 millones de toneladas de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a la atmósfera cada año.

Por tales razones y a la hora de planear y organizar las comidas navideñas, compra solo lo que vas a consumir, confirma el número de personas que te acompañarán a celebrar para que no prepares comida adicional y compra únicamente lo que vas a usar para evitar las compras en exceso de alimentos que posiblemente terminaran en la basura.

Foto: Debby Hudson – Unsplash (Foto usada bajo Licencia Creative Commons)

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