Ecofeminismo, conectadas con el medio ambiente

por Revista Hechos&Crónicas

Las mujeres han tenido una relación especial con la naturaleza desde tiempos ancestrales. Pero ahora que el ecosistema está en crisis, ellas se han comprometido a proteger la tierra desde el enfoque de género.

¿Qué es el ecofeminismo?

El ecofeminismo es la unión entre la lucha ecologista y la lucha feminista, combinando las preocupaciones ecológicas con las preocupaciones feministas considerado que ambas son resultado de la dominación del patriarcado capitalista occidental. Según Mary Mellor, profesora inglesa de sociología y presidenta del Instituto de Investigación de Ciudades Sostenibles, en su libro “Feminismo y ecología” comparte que “el ecofeminismo ve una conexión histórica, política y cultural entre: la explotación y la degradación del medio ambiente (por el hombre y para el benefi cio del hombre) y la subordinación y la opresión a las mujeres (también para el hombre y para el benefi cio del hombre)”.

De esta manera, el ecofeminismo surge con una serie de propuestas de los colectivos ambientalistas, mujeres campesinas, ciclistas, agricultoras, huerteras urbanas, veganas y otras posturas que tienen como fin la reivindicación del papel de la mujer desde el cuidado del medio ambiente.

La crisis medioambiental afecta a las mujeres

El ecofeminismo ofrece una visión de la ecología con perspectiva de género, exponiendo cómo las mujeres son las principales protagonistas y víctimas de la crisis ambiental. Gabriela Franco, estudiante de economía ambiental y sociología de género, y creadora del proyecto digital “La totuma”, explica cinco razones por las que el cambio climático afecta a las mujeres:

1. El cambio climático afecta de manera desproporcionada a las personas pobres en el mundo, de las cuales el 70% son mujeres.

2. Está probado que cuando se produce un desastre climático, aumenta la violencia de género.

3. Las mujeres indígenas que defienden sus territorios y luchan contra la explotación de recursos están siendo desaparecidas y asesinadas.

4. En comunidades rurales los efectos del cambio climático amenazan la seguridad alimentaria y dificultan el acceso de recursos energéticos como agua y madera. Procurar esos recursos recae sobre todo en las mujeres por su rol como agentes domésticos.

5. La migración inducida por el cambio climático pone en particular vulnerabilidad a las mujeres pues al migrar deben encargarse de sus hijos y tienen mayor riesgo de ser víctimas de trata y/o esclavización.

La ONU Mujeres también explica cómo el cambio climático y los desastres medioambientales desencadenan acciones violentas hacia las mujeres especialmente en las comunidades rurales, indígenas y afrodescendientes. Según el informe de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer, “el despojo forzado de tierras ancestrales puede derivar en violencia contra las mujeres y niñas indígenas en particular, incluida la violencia sexual, asesinatos y desapariciones”. Estas violencias son más latentes en América Latina y el Caribe, donde la pobreza, la discriminación de género y el machismo las hace más vulnerables al cambio climático.

No obstante, muchas mujeres han adoptado el ecofeminismo para generar más participación femenina en el ámbito político-ambiental, compartiendo sus preocupaciones y generando iniciativas en colectivos y en instituciones gubernamentales y no gubernamentales para adoptar decisiones importantes en favor de la naturaleza y del bienestar de las mujeres.

Amarnos a nosotras mismas = amar a la naturaleza

Una de las tendencias ecofeministas más fuentes ha sido el uso de la copa menstrual, un producto sostenible reutilizable con un tiempo de vida de 10 años, que reemplazarían a los tampones, toallas higiénicas y otros productos que suelen ser de plástico y que tardan más de 300 años en biodegradarse.

Según un estudio realizado por Women’s Environmental Network, solo en Reino Unido las compresas y los tampones generan cerca de 200.000 toneladas de basura al año. De manera que, la copa menstrual hace que más mujeres se sientan cómodas durante su periodo sin perjudicar al medio ambiente.

Las mujeres también son las principales aliadas del consumo de alimentos orgánicos: tener huertas urbanas, sembrar flores en las casas, hacer mercados solidarios, usar productos de belleza libres de maltrato animal, y de otras acciones en pro del medio ambiente. De alguna forma, cuidar el medio ambiente trae beneficios positivos para las mujeres. Incluso al apoyar estas iniciativas como el consumo de productos orgánicos apoyan también a otras mujeres, algunas de ellas madres cabezas de hogar.

El rol de las mujeres siempre ha sido el de cuidar y proteger las creaciones de Dios, desde su propio cuerpo, la familia, el hogar, del cuidado del otro y del planeta, pues son más sensibles ante el dolor del otro y ante la naturaleza violentada. Proverbios 31:10-31 expresa cómo una mujer ejemplar se preocupa por los suyos y por la naturaleza, pues Dios le ha dado capacidades para estar conectada con su entorno y con el prójimo, tener una conciencia ecológica y generar iniciativas sostenibles que ayuden a proteger y conservar Su creación.

Por: Norma Elizabeth Pinzón. norma.pinzon@revistahyc.com

Foto: Esther Tuttle – Unsplash (Foto usada bajo licencia Creative Commons)

Artículos relacionados

Dejar comentario

Are you sure want to unlock this post?
Unlock left : 0
Are you sure want to cancel subscription?
¿Chatea con nosotros?