Saca las toxinas de tu casa

por Revista Hechos&Crónicas

Otro año hemos dejado atrás y con él deberían quedar todas aquellas cosas que no son útiles para nuestra vida. Aquí te contaremos cuáles son las toxinas de tu casa y cómo desapegarte de ellas para empezar un cambio en tu vida e iniciar el año con el pie derecho.

Es increíble ver la cantidad de cosas que acumulamos en nuestras casas. Muchas veces compramos y compramos y no nos damos cuenta que estamos llenos de objetos que están ocupando un espacio físico y mental en nuestro alrededor. Antes la gente regalaba o heredaba las cosas, sin embargo, hoy en día, nos gusta comprar innecesariamente y guardarlas por si algún día nos hace falta.

Con las compras online, las ventas han aumentado ya que les ofrece a los consumidores productos fáciles y rápidos de adquirir. Incluso en el confinamiento aumentaron las compras online en un 28% en ciudades como Bogotá. Todo esto está provocando que las personas se vuelvan adictas a las compras y se les dificulte desprenderse de los objetos, lo cual puede llegar a ser peligroso, porque puede presentarse una patología como el trastorno del acumulador compulsivo. No solo eso, sino que los mismos objetos con el paso del tiempo empiezan a recoger polvo, ácaros, bacterias y toxinas que pueden afectar nuestra salud.

¿Qué son las toxinas y por qué hay que sacarlas?

Las toxinas son sustancias tóxicas que producen los microorganismos como bacterias y causan problemas respiratorios o infecciosos. También existen toxinas que dejan en nuestra casa un mal ambiente. La japonesa Hideko Yamashita, quién se ha convertido en la gurú del orden, asegura que la vida comienza después de poner tus espacios en orden. Hideko escribió un libro llamado “Dan-sha-ri: ordena tu vida:  Quédate solo con lo necesario… ¡y encuentra la felicidad!”, donde habla del método DAN-SHA-RI, donde el DAN significa rechazar las cosas innecesarias, es decir, adquirir solo cosas que de verdad necesites; el SHA significa deshacerse de aquello que es inservible y que inunda nuestras casas y por último el RI, que es convertirse en una persona despegada de las cosas. En pocas palabras, es un proceso de cambio que comienza con identificar qué cosas tienes y sacar las toxinas de tu casa, consiguiendo un entorno más relajado y por lo tanto un mejor humor.

Algunas ventajas del desapego:

– La salud mejora.

– La creatividad crece.

– Las relaciones mejoran.

– Hay mayor capacidad de raciocinio.

– Mejora el humor.

Otras ventajas según el libro de Hideko Yamashita

– La elección de las cosas implica tomar conciencia. Por ello, la autora recuerda que “las cosas que usamos ofrecen tanto una imagen de sí mismas, como de las personas que las utilizan”. Es decir, las cosas que elegimos también hablan de nosotros.

– Recuperar la energía y el espacio de los que se habían apoderado las cosas.

– Redefinirse a uno mismo empieza por los cajones. “No es el cariño lo que nos lleva a guardar tanta ropa, es un apego mal entendido, casi obsesivo”, dice Yamashita.

– La relación con las cosas cambia nuestra relación con la gente. Según Yamashita “alguien que se conforma con cualquier cosa, recibe un trato equivalente de los demás”. Elegir las cosas que queremos en nuestra vida, también ayuda a elegir mejor a las personas que queremos en ella.

– Tirar basura ayuda a pulir el sensor de inteligencia inherente.

– Las cosas tienen valor cuando se utilizan. Las cosas “deben cumplir su función en el momento del presente. Son bellas cuando están donde deben estar”.

– Cambiar el planteamiento de restar por el de sumar.

El hecho de tomar la iniciativa en nuestra casa y en nuestra vida, cambia la orientación de nuestros pensamientos. Por ende, al momento de realizar una limpieza es necesario preguntarnos constantemente ¿por qué estoy guardando esto? Y ¿qué sentiré al liberarme eso? Saber identificar si algunas cosas son útiles o no, nos permite empezar a ver el desapego material como algo positivo. Tómatelo con calma y verás que los cambios son buenos.

Mientras ordenes, observa lo que cambia en ti, ya que a medida que limpiamos nuestra casa, también colocamos orden en nuestra mente y corazón. Practicar el desapego nos ayuda a no ser codiciosos, a ahorrar, y estar a gusto con todo lo que tenemos.

No se trata de conformarse, sino ser agradecidos y disfrutar de cada bendición que Dios nos da. Si siempre queremos más, nunca seremos felices, por eso Dios nos da el dominio propio, para tener un equilibrio en todo lo que hacemos y tenemos y prestar nuestra atención en Jesús.

Aunque el deseo de obtener cosas es inevitable, debemos no apegarnos a lo material y más bien cultivar riquezas en el cielo, porque tarde que temprano, los objetos se dañan, se pierden, o simplemente se quedarán en la tierra en el momento en que partamos. Lucas 12:31 nos recuerda: Ustedes, por el contrario, busquen el reino de Dios, y estas cosas les serán añadidas.

Foto: Chris Becker – Unsplash (Usada bajo Licencia Creative Commons)

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