“Vivo para servir a la iglesia de Cristo”

por Revista Hechos&Crónicas

Yadheera Báez, directora de Expolit, habló con Hechos&Crónicas sobre su testimonio, sus inicios, su vocación ministerial y misionera y los planes que vienen para la convención más grande de medios el próximo año.

¿Quién es Yadheera Báez?

Yadheera es una mujer sencilla, determinada, alegre y espontánea. Siempre digo que soy una fanática apasionada de mi familia, de quienes aprendí mi amor por la gente. Soy una servidora de Jesucristo que vive para influenciar e inspirar a otros a reír sin temor al futuro, sin conformarse con algo menor que el diseño de Dios para sus vidas.

Disfruto la música, las culturas, los acentos y la risa.

Nació en un hogar ministerial, cuéntenos parte de su testimonio de vida.

Soy puertorriqueña, y represento la tercera generación de ministros en ambos lados de mi familia. Crecí y me formé dentro de la comunidad eclesiástica. Ese hecho, aunque es un privilegio, también es un desafío para la fe de quienes “crecimos en la iglesia”. Creo que muchos “HDPs” (hijos de pastores) estarán de acuerdo conmigo cuando digo que, a pesar de conocer a perfección el vocabulario, los métodos y las costumbres de un buen cristiano, tuve que dedicarme intencionalmente a conocer a Jesús. Hoy día, agradezco a Dios que aun mis luchas juveniles y batallas espirituales las viví cerca del templo, en el entorno de “la iglesia”, y nunca me alejé del ministerio. Aun en mis años de carrera profesional, siempre tuve la convicción de que todo lo que aprendiera iba a ser puesto al servicio del ministerio. Ese es el llamado que recibí del Señor, y sé que es mi destino. He vivido y viviré para servir a la Iglesia de Cristo.

Una de sus facetas ha sido ser misionera. ¿De dónde nace la parte humanitaria?

Recuerdo demasiadas instancias en que pedía a mis padres algunas monedas que me sirvieran de excusa para acercarme a algún indigente y recordarle que Cristo le amaba y no le olvidaba.

Hoy entiendo que era el Espíritu Santo formando mi corazón. En el 2015 dirigí por primera vez un equipo de 40 misioneros en una jornada de verano en Haití. De ahí en adelante cada año regresamos a visitar a “nuestros niños”, con miras a realizar varios proyectos auto-sustentables en la comunidad. Definitivamente mi amor por Haití, por las naciones y por aquellos que viven en condiciones de necesidad jamás dejará de ser. Nuestra labor continúa.

¿Cuáles fueron sus inicios en el ministerio?

La primera tarea ministerial que recuerdo fue acompañar a mi abuelito a pasar por los hermanos en la “guagua” (buseta) de la iglesia para que pudieran asistir al servicio. Más adelante, serví literalmente en todos los ministerios de la iglesia, aunque de la mano de mi pastor —mi papá— pude desarrollarme muy bien en las facetas administrativas, de logística y producción creativa. Si alguna aptitud hay en mí, el ministerio fue y seguirá siendo mi escuela.

¿Qué ha sido lo más difícil que ha experimentado?

Como persona, lo más difícil de mi vida ha sido enfrentar las crisis de estos últimos tiempos estando lejos de mi familia. Como líder, una lección muy importante que me tocó aprender a muy temprana edad fue el ejercer autoridad sin dejar de lado el amor, la compasión y la misericordia, e igualmente expresar esos valores siendo diligente con las responsabilidades a mi cargo. Sigo en formación, pero cada día me esfuerzo por aprender para servir mejor.

¿Cómo llegó a Expolit?

Conocí Expolit en el 2013, trabajando giras de medios con Creative Minds Agency, y al instante me enamoré de su esencia. Me impresionó conectarme con personas de todas partes que compartieran mi pasión por Jesús. Cinco años después recibí una oferta de trabajo para servir en el equipo como Coordinadora de Medios. Luego, en enero de 2019 me mudé a Miami para integrarme a Expolit.

¿Ha sido un reto el trabajo en los medios de comunicación cristianos?

Definitivamente. Es un reto para cualquier persona en nuestro tiempo, especialmente para quienes trabajamos directamente con medios de comunicación, levantar la bandera de Jesús en un una sociedad tan secularizada y alejada de la Verdad.

La nueva fecha de Expolit es del 13 al 16 de mayo de 2021. ¿Qué tienen planeado?

Estamos enfocados en que Expolit 2021 sea un reencuentro inolvidable para la Iglesia en Hispanoamérica y para nuestra industria después de esta temporada de distanciamiento.

Será un tiempo para abrazarnos, orar juntos, celebrar la fidelidad constante de Dios en nuestras vidas, ministerios y proyectos, y para ser refrescados por el Espíritu Santo.

¿Algo para recordar en este tiempo de aislamiento?

Viene a mi mente un himno que dice: Fijo mis ojos en Cristo, tan lleno de gracia y amor, y lo terrenal sin valor será a la luz del glorioso Jesús. Dios sigue sentado en su trono. En comparación con la eternidad, la cuarentena es un respiro. No olvidemos que nada de lo que estamos viviendo es una sorpresa, y que aunque el Señor anticipó que enfrentaríamos aflicción, también nos prometió estar con nosotros todos los días hasta el fin.

Para finalizar, ¿Qué mensaje le envía a los lectores de la Revista Hechos&Crónicas, además de participar en Expolit?

Según el 2020 ha sido un tiempo de incertidumbre, muerte y caos mundial, el 2021 será un año para que los santos veamos resurrección en todas las áreas de nuestra vida. Continuemos siendo siervos fieles y obedientes a nuestro Señor, y obrando bien, porque cuando sea tiempo cosecharemos abundantemente. ¡Nos vemos en Expolit!

Por: Ruby Peña – ruby.pp@revistahyc.com

Fotos: Facebook – Yadheera Báez

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