Delegar, oportunidad de bendición para la iglesia

por Revista Hechos&Crónicas

La iglesia como cualquier organización debe ser administrada decentemente y con orden como lo ordenan las Sagradas Escrituras, sin embargo, muchas veces sus líderes concentran en sí mismos todas las labores a cumplir dentro de la congregación, esa decisión muchas veces en detrimento de la iglesia.

Hechos&Crónicas analiza el tema desde la perspectiva bíblica y en medio de los retos que se plantea el liderazgo cristiano tras los nuevas interacciones religiosas surgidos del fenómeno de la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus.

Multitasking es la habilidad de realizar varias labores o tareas de forma simultánea y eficaz y esto es muy valioso a la hora de maximizar la eficiencia dentro de las organizaciones. En buena parte de las congregaciones grandes y mega-iglesias las tareas y ministerios son delegados a distintas personas que integran el liderazgo sin embargo, en las iglesias más pequeñas  estos procesos se dificultan por diversos motivos lo que dificulta la verdadera labor del pastor.

Al analizar el tema desde la perspectiva bíblica encontramos varios ejemplos sobre como delegar ayudó a la iglesia, a la nación y al liderazgo mismo y permite extraer diversas enseñanzas en este campo.

– Delegar aliviana la carga

Al visitar a la pareja, Jetro, sacerdote y suegro de Moíses,  vio como él impartía justicia, daba a conocer la ley de Dios y ayudaba a resolver los problemas mientras que el resto del pueblo hacía fila para consultarlo durante todo el día.

Pero el suegro de Moisés le dijo:—Lo que estás haciendo no está bien. Tú y el pueblo que está contigo se van a cansar. Este trabajo es muy difícil para ti, no puedes hacerlo solo. Ahora escúchame, te voy a dar un consejo para que Dios esté contigo. Tú serás el representante de Dios ante el pueblo y llevarás los problemas de ellos ante él. Enséñales las leyes y las normas y hazles saber de qué manera deben vivir y qué deben hacer. Pero elige hombres buenos, dignos de confianza, que respeten a Dios, que no se dejen sobornar y haz que ellos manden sobre el pueblo. Coloca a unos de ellos a cargo de mil personas, a otros a cargo de cien, a otros a cargo de cincuenta, e incluso otros a cargo de diez. Ellos estarán encargados de juzgar al pueblo en todo momento. Los casos más graves te los llevarán a ti, pero los casos menores los juzgarán ellos. Facilítate las cosas, encargándoles parte del trabajo. Si haces todo esto y lo ordena Dios, vas a poder sobrellevar tu trabajo y todo el pueblo se irá en paz a sus hogares. Éxodo 18: 17-23.

Al aplicar el consejo, Moisés no solo pudo alivianar la carga personal de trabajo y estrés del día a día sino también alivio al pueblo al solucionar sus problemas de forma más rápida así como en el trámite largo y pesado que tenían que pasar para consultarlo.

Igualmente, Moisés pasó a atender todo tipo de casos a priorizar en aquellos más difíciles mientras que el pueblo era atendido por quienes habían sido delegados por  él. Moisés siguió el consejo de su suegro e hizo todo lo que él le dijo…Ellos administraban justicia permanentemente entre los israelitas. Los casos difíciles se los llevaban a Moisés, pero los sencillos los resolvían ellos mismos, señala Éxodo 18: 24- 26.

– Delegar permite enfocarse

Así que los doce reunieron a toda la comunidad de discípulos y les dijeron: «No está bien que nosotros los apóstoles descuidemos el ministerio de la palabra de Dios para servir las mesas. Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra». Hechos 6:2-4

Este es el pasaje bíblico donde nace la figura del diácono, en donde una persona que cumpla con ciertos requisitos, explicados en el pasaje bíblico, es elegida para ayudar en diversas tareas de la iglesia, como ayudar a las personas más necesitadas.

Es así como el pastor se dedica en exclusividad a la enseñanza de las Sagradas Escrituras mientras los diáconos lo apoyan con la administración y cumplimiento de las diversas tareas, requisitos y obligaciones que tiene la iglesia. En este punto, es necesario el fortalecimiento del liderazgo dentro de la iglesia no solo en temas espirituales y religiosos sino también en conocimientos y habilidades que ayuden y aporten a la construcción de una iglesia integral.

El pastor Darío Silva Silva en su libro “El reto de Dios” habla sobre la importancia de delegar funciones en el tema del dinero “Los líderes espirituales, por su lado, deberían delegar en profesionales cristianos de la economía la administración de los recursos provistos por los feligreses para el sostenimiento de la iglesia, y limitarse a dar, en este aspecto, directrices de carácter general, sin una participación personal directa en su manejo. No vemos en la Biblia a los apóstoles dedicados al conteo y distribución del dinero, aun cuando, por supuesto, sí a la enseñanza sobre su correcto uso y la petición de ofrendas especiales para necesidades específicas”, señala el pastor de la iglesia cristiana Casa Sobre la Roca.

– Delegar trae bendición

No hay mejor ejemplo de esto que la vida de José, el hijo de Jacob. El “soñador”, como le decía sus hermanos, tuvo en sus manos la administración de los bienes de Potifar, el capitán de la guardia del Faraón, y allí entró la bendición a este hogar.

José se ganó la confianza de Potifar, y este lo nombró mayordomo de toda su casa y le confió la administración de todos sus bienes. Por causa de José, el Señor bendijo la casa del egipcio Potifar a partir del momento en que puso a José a cargo de su casa y de todos sus bienes. La bendición del Señor se extendió sobre todo lo que tenía el egipcio, tanto en la casa como en el campo. Por esto Potifar dejó todo a cargo de José, y tan solo se preocupaba por lo que tenía que comer. Génesis 39: 4- 6a

En la segunda ocasión y tras haber interpretado, gracias al poder Dios, los sueños del Faraón acerca de una futura crisis en Egipto, José fue designado por el rey egipcio para administrar, como el segundo al mando después de él, los días siete años de abundancia que vendrían sobre la nación.

Al faraón y a sus servidores les pareció bueno el plan. Entonces el faraón les preguntó a sus servidores: — ¿Podremos encontrar una persona así, en quien repose el espíritu de Dios? Luego le dijo a José: —Puesto que Dios te ha revelado todo esto, no hay nadie más competente y sabio que tú. Quedarás a cargo de mi palacio, y todo mi pueblo cumplirá tus órdenes. Solo yo tendré más autoridad que tú, porque soy el rey. Así que el faraón le informó a José: —Mira, yo te pongo a cargo de todo el territorio de Egipto. Génesis 41: 37 – 41

El faraón delegó en José, en quién reposaba el espíritu de Dios, el mando de todo el imperio que gobernaba y eso trajo bendición al pueblo egipcio y a los pueblos vecinos, todo en medio de una crisis de hambre que duró siete años. ¡La importancia de delegar!

Estos hechos no solo trajeron bendición a los egipcios sino al propio José. Quién en medio de la crisis se volvió a reencontrar con sus hermanos y logró restaurar su relación con ellos. Más tarde, tendría la bendición de volver a ver a su padre y ayudar a toda su nación.

Por: David Bernal – david.bernal@revistahyc.com

Foto: Scott Graham – Unsplash

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