Aprenda a tener un devocional valioso

por Revista Hechos&Crónicas

Sabemos que para tener una relación con Dios, debemos acercarnos a Él en oración y lectura constante de Su Palabra. Muchas personas se sienten motivadas al intentar hacer un plan de lectura bíblica que se convierta en un tiempo significativo con Dios, pero se frustran fácilmente porque no saben por dónde comenzar a leer la Biblia y sienten que ese tiempo con Dios debe ser como una lista de requisitos que llenar, o una disciplina del día más por cumplir y ninguna de las dos cosas lleva a una relación íntima con Dios.

Así que lo primero para aclarar, es precisamente que hacer un devocional no es un ítem en el día, no es un hábito para implementar, sino la cita más importante que tenemos cada mañana, pues un devocional diario se nota en el testimonio del creyente.

Si usted no sabe por dónde empezar, le tenemos algunos tips que aportarán a su crecimiento espiritual y ayudarán a que su tiempo con Dios pueda ser realmente valioso:

  1. ¿Por qué debo hacer un devocional?  

Las razones son muchas, pero el objetivo principal es crecer en nuestra relación con Dios, acercarnos a Su corazón, conocerlo en intimidad permanente. Además, es el momento de escuchar su voz, buscar dirección y encontrar consejo; además, se aprende a tener una comunicación con Él de doble vía. Es un momento clave de crecimiento espiritual y es cuando realmente maduramos como cristianos, pues, aunque nos llenemos de conocimientos teológicos, nunca creceremos tanto como cuando nuestra relación con Dios es diaria.

“Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos, pero escogida y preciosa ante Dios. Al acercarse a él, también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual”.1 Pedro 2:4-5.

  1. ¿A qué hora debe hacerse?

La Biblia está llena de pasajes en los que habla de la importancia de levantarse de madrugada o muy de mañana para orar. No se trata de que no se deba hacer en otro momento, cada persona puede hacerlo cuando mejor se sienta de acuerdo con su propia situación, pero es la mejor manera de comenzar el día. Es verdad que debemos estar en comunicación permanente con Dios, pero el devocional inicial marca el resto del día.

El pastor Darío Silva-Silva siempre dice que el devocional de la mañana es como cuando se prenden los fusibles de la casa, se ilumina todo el lugar. Las oraciones del día son entonces como prender cada interruptor. Precisamente del ejemplo de Jesús tomamos ese método. Además, de madrugada está la posibilidad de evitar las distracciones y escuchar su voz en el silencio.

“Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor; por la mañana te presento mis ruegos, y quedo a la espera de tu respuesta”. Salmo 5:3.

  1. Alabanza

No es necesario que ponga largas canciones de alabanza y adoración cuando va a realizar su devocional. Recuerde que no es una lista de requisitos por cumplir, esto debe nacerle en lo más profundo, pues es una manera de preparar el corazón y “abonar el terreno” para tener un tiempo maravilloso con Dios.

La música es una excelente alternativa, pues hay todo tipo de canciones y usted puede elegir sus favoritas. Pero si prefiere el silencio, leer el libro de los Salmos es una muy buena opción.

“Pero yo le cantaré a tu poder, y por la mañana alabaré tu amor; porque tú eres mi protector, mi refugio en momentos de angustia”. Salmo 59:16.

  1. Lectura bíblica

Algo que sí es necesario en su tiempo devocional, es realizar una lectura bíblica diaria. Puede comenzar de a poco, con un libro que traiga los pasajes bíblicos para cada día e incluso una reflexión sobre estos para que pueda profundizar su aprendizaje. A medida que aumente su anhelo, podrá incrementando el tamaño de la lectura. La aplicación de la Biblia YouVersion por ejemplo, cuenta con más de 10.000 planes que puede iniciar de acuerdo a los temas de su interés. Además, puede acudir a la página de Casa Sobre la Roca y encontrar una lectura devocional para cada día del año.

“Deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación,¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Son más dulces que la miel a mi boca!” 1 Pedro 2:2.

  1. Oración

Este es un momento muy importante porque usted podrá vaciar su corazón ante Dios. No hable por hablar, pero tampoco use palabras rebuscadas. Entre en confianza, pero con respeto con su Padre celestial y acérquese a Él. Hágalo en privado, donde nadie pueda interrumpirlo y solo Dios pueda escucharlo. Comience por alabarlo, agradecerle y pedirle perdón. Póngase en paz con Dios y pídale al Espíritu Santo que guíe cada palabra de su oración.

“Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar”. Marcos 1:35.

  1. Apuntes

Un excelente consejo para alimentar su fe en momentos de angustia o durante su paso por el desierto, es anotar lo que Dios le dice en una especie de diario. Comience por anotar los versículos que llamaron su atención y cómo se sintió al leerlos, luego lo que Dios le revele de ellos y finalmente las promesas que ha recibido. Más adelante, cuando pueda releer lo escrito, verá cuánto amor le ha demostrado Dios y su fe se mantendrá sólida.

“Y el Señor me respondió: «Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las tablillas,para que pueda leerse de corrido. Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento, y no dejará de cumplirse.Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá”. Habacuc 2:2-3.

  1. Silencio

Es verdad que a veces nos acercamos a la presencia de Dios y realmente no sabemos qué decir. Puede ser que hayamos pecado y la vergüenza no nos permita más que pedirle perdón. También puede ser que estemos tristes o enojados y esto no nos deje ser elocuentes en nuestra oración, pero esta no puede ser una razón para no acudir a su cita diaria. Decirle a Dios que no tenemos nada que decir es válido en algunos momentos, pues Él conoce nuestro corazón y nos brindará paz y consuelo.

“Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia”. Salmo 37:7a.

Además…

– No deje su devocional para hacerlo en el carro, en el bus, mientras prepara el desayuno o mientras se ducha. Aparte un tiempo en la agenda y respételo. Si siente que el tiempo en la mañana no le alcanza, tal vez deba madrugar más. ¿Le cuesta? Acuéstese más temprano. Pero no limite el tiempo con Dios a aquel que le sobra. Al contrario, entréguele todo el día comenzando desde el primer instante en que abre los ojos.

– Busque un lugar tranquilo. Algunas personas determinan un lugar de la casa para orar, otras sencillamente se arrodillan junto a la cama. Realmente lo importante es que esté libre de interrupciones en la medida de lo posible y que disponga genuinamente su corazón.

– El número para llamar a Dios. Mi hijo de ocho años me enseñó que el número para llamar a Dios es el 0 0, pues así se ven las marcas que dejan las rodillas en el piso cuando nos postramos ante Él.

Foto: Olivia Snow – Unsplash

 

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