¿Efecto Instagram?

por Revista Hechos&Crónicas

¡No se deja arrastrar por la presión!

Un rostro de porcelana, de labios rojos y ojos expresivos; paisajes de ensueño y una figura sonriente que contempla la inmensidad de la naturaleza.

Belleza, dinero y éxito en la palma de la mano, pero, a su vez, todo esto se avizora muy lejano, casi inalcanzable, hasta el punto en el que comenzamos a pensar en nuestras propias vidas con mucha menos gratitud.

Las redes sociales son una herramienta invaluable para las comunicaciones modernas, un soporte para muchos giros de negocio y un vehículo eficaz para comunicarnos con nuestros seres queridos, compartir momentos y alejar nuestra mente de la pesada cotidianidad. Sin embargo, también se han convertido en el reino del exhibicionismo y puede que Instagram, que está entre las favoritas de muchos, también sea la máxima expresión de la banalidad.

Vidas perfectas, rostros de portada

Millones de usuarios acceden a esta aplicación móvil con el fin de dar a conocer sus mejores momentos, posando para demostrar su atractivo, que tienen dinero suficiente para viajar al otro lado del globo y, en síntesis, crearse una fachada de felicidad plena que no suele ser del todo cierta. Seguimos a esos “influencers”, quienes han extendido un canon equivocado de esteticismo sociocultural, con la depresión como la consecuencia más grave e inmediata.

Y es que, al ver a tantas mujeres hermosas, familiares y amigos que comen lo mejor  y jóvenes que salen a conocer el mundo, resulta inevitable llegar a la lenta, pero firme conclusión de que nuestras vidas son un fracaso. La paradoja es que, aunque sabemos que Photoshop y un buen ángulo de cámara pueden lograr maravillas, seguimos haciendo parte de las estadísticas, dejándonos convencer por una verdad a medias.

Ármese de fe

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha afirmado que alrededor de 300 millones de personas en el mundo padecen depresión y, de acuerdo con numerosos estudios recientes, Instagram estaría teniendo efectos particularmente nocivos en el bienestar emocional de personas con edades que oscilan entre los 13 y los 18 años de edad.

De hecho, una investigación realizada por la Real Sociedad Británica de Salud Pública reveló que esta plataforma es la peor red social para la salud mental de los más jóvenes.

Pero, ¿cómo combatir el desaliento que nos invade cuando vemos que alguien más ti ene la vida que soñamos? La Biblia tiene pautas muy precisas que le ayudarán a usar esta herramienta sin que caiga en la tristeza, el vicio o la envidia.

  • ¿Real o imaginario?

Cuando usted va al cine y disfruta de una buena película, puede que lo embargue una emoción tal que se sienta parte de la historia; pero, al salir de la sala, vuelve a la realidad y cae en la cuenta de que estos filmes, por fantásticos que sean, están hechos para venderle una experiencia, ¿cierto? Lo mismo sucede con las redes sociales, por eso debemos tomar como ejemplo la oración de Salomón en 1 Reyes 3:9, cuando ruega a Dios por discernimiento, tanto para él como para su pueblo. No olvide que el Señor le confirió la capacidad de separar la realidad de la fantasía, de comprender lo que es bueno y lo que no, así que no se deje engañar por un bonito perfil y un estilo de vida que quizá no es tan maravilloso como piensa.

  • Máscaras y mentiras

Recuerde que la estética vende! Una fotografía con miles de “me gusta” y un perfil que cuente con un gran volumen de seguidores es candidato para generar ingresos a través de la publicidad. Y el secreto es que todo esto no se logra solo con talento, sino que, detrás de los rostros perfectos, las historias en lugares paradisíacos y restaurantes de lujo, hay una campaña de marketing diseñada para lograr impacto en los usuarios, alterando la percepción de la realidad.

  • Gratitud

Pero, ¿y si la influencer que seguimos realmente es una mujer empoderada, con una marca millonaria que representa exitosamente, una familia perfecta, un cuerpo precioso y unos hijos que parecen muñecas de Dresden? La envidia es un sentimiento humano, pero también resulta altamente nociva, tanto para la salud física como espiritual.

Alimentarla solo trae enfermedad, desdicha y un alejamiento de Dios que usted nunca debe buscar. Más bien, agradezca por todo lo que el Señor le ha dado y tenga presente que el corazón tranquilo da vida al cuerpo, pero la envidia corroe los huesos. Proverbios 14:30.

  • Aprender a esperar

El amor es paciencia y fe ¿Cómo podemos afirmar tan categóricamente que amamos a Dios, si nos desesperamos solo con ver unas cuantas fotografías en una red social? Sí, la vida puede ser difícil, pero la felicidad que trae consigo el hecho de ser cristianos es que no estamos solos y que toda oración es escuchada. Así pues, no caiga presa de la desesperación o la ira si ve que una amiga ti ene un cuerpo de gimnasio o que algún conocido se ha comprado casa y ha salido a recorrer el mundo ¡Alégrese por los triunfos de los demás y ya le llegará su turno! La fe y el trabajo duro traen buena cosecha. Finalmente, haga parte de su ruti na las conversaciones con Dios, ya que son una vitamina para el espíritu. No olvide que todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. Mateo 7:8.

Por: Verushcka Herrera R.

Foto: Freestocks – Unsplash

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