Maternidad subrogada: esperanza en la infertilidad

por Revista Hechos&Crónicas

A la par de la popularidad que han ganado numerosos métodos de reproducción asistida, como la fertilización in vitro y la inseminación artificial, que representan una alternativa eficaz para aquellas parejas que no pueden concebir, se ha extendido la práctica de la maternidad subrogada, un método que se ha convertido en una luz de esperanza para quienes ansían convertirse en padres; sin embargo, también ha despertado grandes polémicas, pues no todos ven como buenos ojos el sistema de vientres de alquiler.

En la actualidad, muchos países de primer mundo acogen esta forma de gestar como idónea y viable para brindar apoyo a parejas estériles; hablamos, por lo tanto, de una técnica reproductiva en que una mujer se presta para llevar, durante nueve meses, al hijo de otra persona, lo que es considerado, en muchos casos, como una oportunidad para lucrarse del cuerpo femenino y cosificar al bebé.

Un vientre por 5 millones 

La maternidad subrogada ha sido entendida en Colombia como la contratación de una mujer que promete gestar a un bebé con la obligación de entregarlo a los solicitantes al nacer, deslindándose de su relación filial.

No es extraño, por ende, que esta práctica sea motivo de gran inquietud, debido a la falta de información. Hay quienes ven en ello una oportunidad para formar una familia, frente a incapacidades reproductivas variadas; así como también hay multiplicidad de detractores, quienes aducen que se trata de una forma de mercantilizar la vida y la concepción.

Muchas son las mujeres con opiniones variadas que han visto en el “alquiler de vientres” una manera de mantener sus hogares, proveerles cierta estabilidad a sus familias o, en la mayoría de los casos, salvar un obstáculo financiero muy grave.

De este modo, se ha extendido tanto este método de reproducción asistida en nuestro país que, en 2017, Colombia llegó a ser un importante mercado económico para nacionales y extranjeros, quienes alquilaban úteros desde los 5 millones de pesos, hasta los 40 millones.

Infertilidad en aumento

Pero, ¿qué tan inviable es este método y por qué aún hay quienes establecen una postura en contra? España es uno de esos países de primer mundo que ha avalado esta modalidad, con la finalidad de brindar esperanzas a las parejas estériles.

Lejos de lo que pudiera pensarse, la maternidad subrogada es un tema con muchas divergencias que amerita un análisis profundo de sus implicaciones éticas y que no se puede censurar en primera instancia. A propósito del tema, el presidente de la Sociedad Española de Fertilidad, el ginecólogo Luis Martínez Navarro, explicó en declaraciones emitidas en junio de 2018 que el término “vientre de alquiler” es erróneo, así que se habla de gestación subrogada, lo que permite a muchas parejas alcanzar la tan ansiada paternidad.

Además, hay que recordar que, en la actualidad, Colombia maneja cifras preocupantes en temas de fertilidad; y es que, de acuerdo con la Federación Médica Colombiana, el 25% de la población en edad reproductiva es infértil, es decir, un aproximado de 2,5 millones de personas, y lo peor es que esta cifra va en aumento, sin que haya un respaldo completo.

Consideraciones legales

En nuestro país, aún no hay una regulación expresa en torno al asunto de la maternidad subrogada, por lo que sigue generando controversia. Por el momento, la Corte Constitucional se basa en la sentencia T-968 del año 2009, que parte del estudio de un caso de una pareja que contrató los servicios de una mujer para que les prestara su útero.

Así, con base en escritos doctrinales, se llegó a definir esta práctica como “el acto reproductor que genera el nacimiento de un niño gestado por una mujer que está sujeta a un compromiso, mediante el que debe ceder los derechos sobre el recién nacido, a favor de otra mujer, que figurará como madre”.

Colombia, por lo tanto, acepta la maternidad subrogada en una definición en la que se sobreentienda que la mujer gestante y que da a luz no aporta los óvulos y en la que acepta llevar a buen término el embarazo; asimismo, una vez producido el parto, se compromete a entregar al bebé a las personas que lo encargaron, renunciando a todos sus derechos.

¿Sin apoyo de las EPS?

Otro aspecto relevante del marco legal para avalar el alquiler de vientre es que no debe haber fines lucrativos de por medio y, como importante añadido, debe haber suficientes pruebas de problemas fisiológicos para concebir, que es lo que, en la mayoría de los casos, conlleva a optar por este método.

En Colombia, la infertilidad es un tema muy preocupante que ha empujado a muchas parejas a solicitar créditos y asumir por su cuenta la labor de buscar un embarazo, porque las EPS no cubren a estos pacientes. Al entender esto en términos económicos, para las empresas prestadoras de salud es inviable el hecho de costear los tratamientos de fertilidad, debido al déficit que les representan los pacientes que cotizan más de la Unidad de Pago por Capacitación (UPC) o el valor anual que es reconocido por cada uno de los afiliados del grupo familiar.

Es por ello que, en la mayoría de los casos, solo las parejas que tienen un alto poder adquisitivo pueden permitirse recurrir a la maternidad subrogada o pagar los servicios completos de una clínica de reproducción asistida.

Reproducción asistida, la solución a la infertilidad

Pero, ¿qué condiciones de salud son las que obligan a los colombianos a ver en el alquiler de vientres una alternativa idónea, frente a su incapacidad para concebir de manera natural? Para explicar este problema, es necesario aclarar que se considera que hay infertilidad cuando se han mantenido relaciones sexuales sin protección, es decir, sin la ingesta o uso de métodos anticonceptivos, durante más de un año.

La falta de información en materia de sexualidad, que da pie a muchas falsas creencias, es el enemigo que impide, en la mayoría de los casos, que las parejas busquen atención oportuna cuando hay problemas para concebir, cuando, actualmente, y salvando el obstáculo económico que una u otra técnica pueda representar, la reproducción asistida es la respuesta para conformar una familia.

Causas de infertilidad femenina en Colombia

En Colombia, la obesidad femenina es un factor determinante entre las causas principales que impiden concebir, porque se trata de una condición que genera un desbalance hormonal y que da pie a muchas otras afecciones reproductivas serias. De hecho, la Organización Mundial de la Salud ha catalogado a la obesidad como una epidemia global que conduce a muchas enfermedades, entre ellas, la infertilidad; y que también puede derivar en la muerte, si no se trata a tiempo.

Entre las causas femeninas, está el síndrome de ovarios poliquísticos, que hace que los períodos menstruales sean irregulares o no aparezcan, como cabría esperar; de igual modo, están los miomas, los factores tubáricos, que pueden venir dados por la obstrucción o lesiones en las trompas de Falopio, infecciones de transmisión sexual y endometriosis.

Mientras que, entre las causas masculinas, que representan el 30% de los problemas de infertilidad en la pareja, está la lenta movilidad de los espermatozoides, malformaciones de estas células o ausencia de ellas.

Finalmente, como responsable común, está el consumo de cigarrillo y el abuso del alcohol, sustancias que son grandes enemigas de las parejas que desean tener un bebé, porque la nicotina disminuye la calidad y la cantidad de los óvulos, los niveles de estrógenos, incide en la función de las trompas y eleva la posibilidad de tener complicaciones gestacionales.

¿Y qué dice la Palabra?

Aunque la Biblia no es un recetario moral, sino una prueba del amor de Dios y una guía para vivir de acuerdo con sus preceptos, son muchas las mujeres en el Antiguo Testamento que reflejan el problema de fertilidad que viven las parejas en la actualidad. No solo lo podemos apreciar en el caso de Sara, esposa de Abram, sino también en Jacob y Raquel.

Génesis 30: 1-6 relata que Raquel, esposa de Jacob, estaba muy triste, porque no podía concebir, así que le ofreció a Jacob a su criada Bilhá: “Así ella dará a luz sobre mis rodillas, y por medio de ella también yo podré formar una familia”. De este modo, Jacob se acostó con Bilhá y quedó embarazada y Raquel pudo tener a un hijo, al que llamó Dan.

Es por ello que, frente al tema de la maternidad subrogada, resulta sabio ponderar todos sus beneficios, antes de negarse rotundamente a ello, pues ha probado ser un método efectivo para que muchas parejas alcancen esa felicidad que solo la paternidad puede brindar; sin embargo, como cristianos y ciudadanos íntegros, también hay que tener en cuenta la ley y apegarse a ella, no viendo en este sistema de reproducción asistida un medio para lucrarse, sino como la medida para llevar paz a una familia que desea amar y dar cobijo a un nuevo ser, nacido de sus propias células.

Por: Verushcka Herrera R. / Twitter: @vhrequeijo

Foto: Kaylee Garrett / Unsplash

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