Estrés, el cuerpo también llora

por Revista Hechos&Crónicas

¿Cuándo está estresado qué es lo primero que pasa en su cuerpo? Algunos dicen: tensión alta, diarrea, inapetencia, sudoración, picazón en la piel, entre otras. Si nuestro cuerpo pudiera hablar, nos diría por ejemplo a través de un desorden cutáneo: « ¡Ya no puedo más con estas emociones que producen estrés!».

Según Don Colbert, médico familiar desde 1987, autor del libro “Emociones que matan” y otros éxitos de librería, jugar con el estrés crónico pone en riesgo la mayoría de los sistemas fisiológicos del cuerpo.

Cerebro

Problemas mentales y emocionales, insomnio, dolor de cabeza, cambios de personalidad, irritabilidad, ansiedad y depresión.

Cabello

Altos niveles de estrés pueden causar excesiva pérdida del cabello en ciertas formas de calvicie.

Boca

Úlceras bucales, aftas y excesiva resequedad pueden ser algunos síntomas.

Músculos

Dolor de espalda crónico, fibromialgia, tendinitis, síndrome de túnel carpiano, problemas de la articulación temporomandibular (también llamada complejo articular craneomandibular) y el bruxismo (mandíbulas apretadas y rechinar de dientes por la noche).

Enfermedades de la piel

Puede desencadenar psoriasis, eczema y acné principalmente. También deja marcas y/o líneas en su piel.

Órganos reproductivos

La mujer puede sufrir desórdenes menstruales, infecciones vaginales y falta deseo sexual. El hombre puede desarrollar problemas de eyaculación precoz e impotencia.

Tracto digestivo

Gastritis, úlceras estomacales, colitis, colon irritable, reflujo, acidez estomacal, indigestión, constipación, diarrea, mal de Crohn, entre otros.

Corazón

Desórdenes cardiovasculares como la hipertensión suelen relacionarse con el estrés acumulado.

Pulmones

Altos niveles de estrés mental o emocional pueden provocar reacciones adversas a individuos en condición asmática. Además son muy comunes los resfriados, bronquitis o neumonía crónica e hiperventilación.

Vínculo con alergias

“Todas las alergias guardan estrecha relación con el sistema inmunológico, incluyendo las rinitis alérgicas, alergias a alimentos, urticarias, eczema y asma. Esencialmente, el sistema inmunológico se confunde y causa una reacción ante una sustancia esencialmente inocua como si fuera peligrosa. El estrés excesivo puede ser el causante de esta confusión. El cuerpo entonces percibe los alergenos como polvo, pelo de animales y el moho como invasores, y el sistema inmunológico monta su ataque. Durante este ataque, los leucocitos (glóbulos blancos) liberan histamina, que a su vez crean síntomas como estornudos, ojos enrojecidos, nariz continuamente con moco o agua o congestión nasal. El cuerpo hace su mejor esfuerzo por expulsar el elemento irritante.  Si el alergeno está en la comida o la bebida, el cuerpo dispara reacciones cutáneas o gastrointestinales para expulsar al elemento invasor.

En su forma más severa, esta respuesta física puede causar una reacción anafiláctica y la muerte, estas reacciones intensas pueden ser resultado de picaduras de abejas o avispas, de medicaciones como los antibióticos o de alimentos como los mariscos y el maní”, señala el médico.

Enfermedades autoinmunes

“El cerebro regula la respuesta inmunológica del cuerpo, y cuando se ve impedida o interrumpida, el resultado puede no ser una disminución de esta respuesta inmunológica (menos activación de las células «asesinas» naturales), sino una sobre estimulación de la respuesta inmunológica.

En estos casos, el sistema inmunológico pasa a estar demasiado activo, como si la palanca de cambios estuviera atascada y siempre fuera a máxima velocidad. Como resultado, el sistema inmunológico no ataca solamente a las bacterias, virus, parásitos, hongos y células cancerosas, sino también a las células sanas. Eventualmente, se llega a la enfermedad inflamatoria autoinmune como la artritis reumatoide o el lupus. ¿Qué es lo que interrumpe o impide la influencia reguladora del cerebro cuando se trata del sistema inmunológico? ¡El estrés es uno de los principales factores!”, expresa el científico.

Cáncer

“Las células «asesinas» del sistema inmunológico son la primera línea de defensa en contra de células cancerosas, virus, bacterias y hongos. Lo que poca gente sabe es que estas son comunes en todas las personas. Muchos, sin embargo, tenemos sistemas inmunológicos sanos con una potencia eficiente para destruir las células cancerosas. Las células «asesinas» de nuestro sistema inmunológico atacan a las cancerosas antes de que logren formar un tumor.

El principal medio de prevención del cáncer es tener un sistema inmunológico fuerte y equilibrado, que el estrés puede corromper”, asegura Colbert.

Cifras y datos

“El cerebro de las mujeres es más sensible a la acción de la hormona que orquesta la respuesta del organismo ante el estrés”, afirma la revista Molecular Psychiatry.

Según el Instituto Norteamericano de Estrés, entre 75 y 90% de todas las visitas a médicos clínicos son por desórdenes relacionados con el estrés.

Un estudio de la Facultad de Medicina de Harvard, concluyó que la ira causada por conflictos emocionales dobla el riesgo de ataques cardíacos subsiguientes en comparación con quienes se mantienen en calma.

Un estudio sobre enfermedades cardíacas en la Clínica Mayo encontró que el estrés psicológico era el más potente anunciante de eventos cardíacos en el futuro, incluyendo la muerte, el infarto y el paro de origen cardíaco.

Secretos para evitar que su cuerpo llore por estrés

Rick Warren, autor del best-seller, “Una Vida con Propósito”, explica siete secretos para manejar el estrés:

  1. Organización: Establezca metas claras. La preparación evita la presión pero dejar las cosas para más tarde la produce. Usted trabaja ya sea por prioridades o por presiones. Jesús dijo: …porque sé de dónde he venido y a dónde voy. Juan 8:14.
  2. Relajación: ¡Tome tiempo para disfrutar de la vida! El balance es la llave para controlar el estrés. El trabajo debe equilibrarse con adoración y diversión. …Jesús les dijo: El les dijo: —Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco. Marcos 6:30-31.
  3. Meditación: Construya un hábito de oración. Sin importar qué tan cansado estuviera, Jesús siempre encontró tiempo para ir solo a orar. Un “tiempo de quietud” diario es un gran reductor de estrés. Use este tiempo para hablar con Dios acerca de sus presiones y problemas, evalúe sus prioridades, y descubra las reglas para una vida de éxito, leyendo la Biblia. Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Marcos 1:35. Como dato adicional, La App bíblica “You Version”, y la Asociación Americana de Psicología (APA.) de EE.UU., concluyeron en una investigación que quienes leen la Biblia reducen el estrés significativamente.
  4. Principio de identificación: ¡Sepa quién es usted! En 18 ocasiones Jesús públicamente se definió a sí mismo. No había duda en su mente de quién era Él. Si usted está indeciso de su propia identidad, permitirá a otros que lo hagan encajar en sus moldes. ¡Tratar de ser alguien que no se es, causa estrés! Yo soy la luz del mundo… Juan 8:12.
  5. Dedicación: Usted no puede agradar a todo el mundo. ¡Ni siquiera Dios puede hacerlo! Justo cuando logra complacer a un grupo de gente, otro grupo se molesta con usted. Jesús nunca permitió que el miedo al rechazo lo manipulara. Nadie puede presionarlo si su permiso. …pues no busco hacer mi propia voluntad sino cumplir la voluntad del que me envió. Juan 5:30.
  6. Concentración: Enfóquese en una cosa a la vez. ¡No puede cazar dos conejos al mismo tiempo! Jesús sabía cómo manejar las interrupciones sin distraerse del objetivo principal. …Es preciso que anuncie también a los demás pueblos las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado. Lucas 4:42-44.
  7. Delegación: No trate de hacer todo usted solo. Nos ponemos tensos cuando pensamos que todo depende de nosotros. Jesús reclutó a 12 discípulos. No permita el perfeccionismo, o el miedo de que otros puedan hacer un mejor trabajo que el de usted, le impedirá involucrar a otros en la tarea. Designó a doce, a quienes nombró apóstoles, para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar. Marcos 3:14.

Por: Jennifer Barreto – Twitter: @BarretoJenn

Foto: Freepik

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