¿Y qué de las tareas escolares?

por Revista Hechos&Crónicas

Una de las prácticas más antiguas de la educación es realizar tareas, actividades que desarrollan niños, niñas y jóvenes durante su vida estudiantil que tienen como propósito fortalecer competencias, habilidades académicas, emocionales y creativas durante el proceso de aprendizaje, teniendo en cuenta un uso adecuado del tiempo libre, prudencia en el acceso a redes sociales y ante todo para que la familia aprenda a fortalecer hábitos de disciplina, autonomía, responsabilidad, cumplimiento, entre otros.

Las tareas se han convertido en un sinfín de contradicciones debido a que a veces son incomprensibles e inútiles. A veces se tornan en problemas familiares porque los padres no están de acuerdo o no tienen tiempo para acompañar a sus hijos e hijas en este proceso.

Cada institución educativa debe establecer criterios sobre el diseño de estas para que el cuerpo docente las considere al momento de planificarlas.

Aspectos a tener en cuenta:

– Tener un horario para hacerlas y un tareógrafo planeador tanto en el salón de clase como en la agenda escolar.

– Formular la tarea de acuerdo con el horario establecido.

– Hoy en día, mientras muchos estudiantes llegan solos a casa debido a que sus padres trabajan y no tienen a nadie que les haga acompañamiento en sus labores; otros llegan tarde de su colegio y apenas tienen las horas contadas para cambiarse tomar onces o cenar para ir directo a su cama, descansar y al otro día iniciar una nueva jornada.

– La tarea debe cumplir con el objetivo de repaso y estar de acuerdo con las capacidades intelectuales e inquietudes del estudiante.

– El enunciado de la tarea debe ser claro y entendible para el estudiante. El profesor debe cerciorarse que la copie completa en su cuaderno y/o agenda escolar.

– Todas las tareas y evaluaciones, sin excepción, deberán programarse en el tareógrafo con letra clara por fecha de entrega y/o presentación.

– El día en que se programe el parcial y/o evaluación este deberá contarse como una tarea.

La cantidad de tareas por día se sugiere:

– Para el preescolar dejar por lo menos una tarea con propósito comunicativo.

– Para los grados de primaria dejar dos tareas de ejercicios en matemáticas y plan lector.

– Para bachillerato como máximo, no pasar de tres  tareas: una de matemáticas, otra de plan lector y la tercera de cualquier asignatura.

– No dejar tareas cuando tengan parciales o evaluaciones.

– Para vacaciones no dejar ningún trabajo, este es tiempo exclusivo para descansar.

– Todas las tareas se deben revisar. Es importante dar retroalimentación pertinente, calificarlas o dar puntos positivos porque esto motiva al estudiante a realizarlas siempre.

– Los maestros deben dar un ejemplo de ejercitación de lo que dejan.

– Para una segunda lengua debe contemplar la habilidad escrita únicamente. Las otras tres habilidades (escuchar, leer, y hablar) se desarrollarán en clase porque es la oportunidad para corregir.

– En caso de trabajos de investigación, el docente debe brindar citas bibliográficas o referencias y calcular el tiempo de ejecución para su entrega.

– No deben formularse tareas que tengan el propósito de reemplazar clases, temas y/o explicaciones que el docente no haya alcanzado a desarrollar en el colegio.

– La tarea debe diseñarse de tal manera que no pueda ser desarrollada copiando y pegando información de internet o del texto. Así mismo, debe diseñarse de manera que lleve al estudiante a emplear procesos de pensamiento (observar, describir, comparar, sintetizar, argumentar, contextualizar, clasificar, inferir) y desarrollar competencias propias de cada asignatura.

– Ninguna tarea podrá formularse de manera improvisada o como castigo, debe ser planificada y cumplir un propósito determinado (calidad no cantidad).

– Las tareas deberán tener una distribución temporal equitativa durante todo el periodo académico.

– Evite dejar periodos prolongados donde no se formule ninguna tarea y luego asignar una sola con extensión desmedida.

– Las tareas deben planificarse de tal modo que puedan ser desarrolladas por los estudiantes y no por los padres.

– Las maquetas o trabajos que impliquen el uso de materiales (madera, cartón, plastilina, cartulina, entre otras) se deben formular y desarrollar en clase.

– Las correcciones de evaluaciones, parciales y quizzes deben realizarse durante clase y no enviarlo como tarea.

– No asignar trabajos y/o tareas en grupo fuera del horario de clases.

– Recordemos que los extremos siempre son malos y que toda tarea debe tener siempre un proceso comunicativo motivador que ayude a desarrollar competencias, habilidades que mejoren el aprendizaje.

Pero todo debe hacerse de una manera apropiada y con orden. 1 Corintios 14:40.

Por: Olga Cepeda

Foto: Freepik

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