Respiración mortal

por Revista Hechos&Crónicas

El 90% de las personas en todo el mundo respiran aire contaminado: OMS

La Organización Mundial de la Salud reveló que nueve de cada 10 personas respira aire con altos niveles de contaminantes que producen más de siete millones de muertes anuales. En Colombia, el panorama no es muy alentador. Según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), 76% de los municipios que realizan vigilancia de la calidad del aire se registran niveles de contaminación por encima a los recomendados por la OMS. ¿Qué hacer?

Diariamente cientos de colombianos respiran aire contaminado de camino o en sus hogares, trabajos y durante las tareas del día a día perjudicando seriamente su salud, economía, bienestar y calidad de vida. Una encuesta realiza por el DNP reveló que el 51% de los colombianos percibe que la contaminación del aire es el mayor problema ambiental del país. Igualmente, este sondeo dió a conocer que el 70% de los connacionales considera que en los últimos 12 meses la contaminación del aire ha aumentado.

Esta percepción no está alejada de la realidad, el informe de calidad del aire 2011 – 2015 realizado por El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) concluyó que Bogotá y Medellín son las ciudades con más contaminación del aire del país. Al 2017, esta tendencia no había cambiado según el informe de resultados de la evaluación a la política de prevención y control de la contaminación del aire (2017) del DNP en donde se registra que Medellín, Bogotá y Cali siguen siendo las ciudades con más contaminación del aire.

Muerte en el aire

Según la OMS “las principales fuentes de contaminación del aire provocada por partículas finas son el uso ineficiente de energía en los hogares y los sectores de la industria, la agricultura y el transporte, y las centrales eléctricas alimentadas con carbón. En algunas regiones, la arena y el polvo del desierto, la quema de desechos y la desforestación son fuentes adicionales de contaminación del aire”.

En otras palabras, las partículas que contaminan el aire provienen de dos tipos de fuentes: móviles y fijas. Las primeras hacen alusión a los vehículos de transporte a motor como camiones, volquetas, buses, motos, carros y taxis. Las fijas como su  nombre lo dicen están ubicadas en sitios determinados y emiten la contaminación por conductos o chimeneas como las industrias, las quemas, cocinas rudimentarias en viviendas y las zonas mineras.

Las emisiones contaminantes de estas dos fuentes presentan una gran concentración de sustancias que afectan gravemente la salud de los humanos así como de los animales, ellas se encuentran compuestas por gases, integrados a su vez por monóxido de carbono, dióxido de azufre, óxido de nitrógeno, ozono troposférico y compuestos orgánicos volátiles que generan lluvia ácida y smog, y por partículas que son materiales de metales compuestos y otros químicos suspendidos en el aire que por sus características, como tamaño y composición, son dañinas para la salud.

Datos de la OMS señalan que las concentraciones medias anuales de partículas finas (PM10 y PM2.5) incluyen contaminantes como el sulfato, los nitratos y el hollín, que son los más peligrosos para la salud humana.

Un estudio realizado por el Banco Mundial (BM) en 2013 determinó que “cada año, la cantidad de personas que mueren por contaminación del aire es más de seis veces mayor que las provocadas por la malaria y cuatro veces mayor que las provocadas por el VIH/Sida”. En Colombia, datos recogidos en el reporte de indicadores de la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas) señalan que anualmente en el país mueren 10.000 personas a causa de la contaminación del aire.

“La contaminación del aire representa una amenaza para todos, si bien las personas más pobres y marginadas se llevan la peor parte”, sostuvo el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.

Daño a la economía

La contaminación del aire afecta gravemente a la economía no solo por los cuantiosos gastos de dinero en tratamientos de enfermedades derivadas de la contaminación, sino también por los fallecimientos prematuros de la población en edad para trabajar.

En 2017, el DNP presentó un informe de actualización del estudio, que presenta los costos por muertes y enfermedades asociadas a la degradación ambiental en Colombia. El documento señala que “los costos en la salud asociados a la degradación ambiental en Colombia ascienden a $20,7 billones de pesos, equivalentes al 2,6% del PIB del año 2015, relacionados con 13.718 muertes y cerca de 98 millones de síntomas y enfermedades. Dentro de estos costos, la contaminación del aire urbano aportó el 75%, con $15,4 billones de pesos (1,93% del PIB de 2015) asociados a 10.527 muertes y 67,8 millones de síntomas y enfermedades”.

Por otro lado, el BM calculó en 225. 000 millones de dólares el costo de los fallecimiento prematuros para la economía mundial en pérdidas de ingresos laborales anualmente. En 2010, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) concluyó en el informe “La economía del cambio climático en América Latina y el Caribe” que “el cambio climático provocaría una pérdida equivalente a alrededor de 1% del producto anual entre 2010 y 2100 en los países de la región, si no se logra un consenso global en torno a acciones de mitigación”.

¿Qué hacer?

“Se requiere una reforma profunda de los mercados nacionales y globales para que funcionen correctamente desde el punto de vista del cambio climático, es decir, que actúen en favor de una economía menos intensa en carbono, en el marco de un desarrollo sostenible con igualdad e inclusión social”, aseveró Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, en la presentación del informe en 2010. La OMS, el BM, la Cepal y el DNP han realizado diversas recomendaciones para reversar esta crítica situación de la contaminación del aire, aquí algunas de ellas:

Utilizar menos el carro y más los medios de transporte alternativos:

El uso de medios de transporte alternativos como la bicicleta ha aumentado de forma considerable en Latinoamérica y en Colombia, esto permitiría la reducción de los contaminantes del clima de corta vida cuya finalidad es generar conciencia acerca de la contaminación del aire y promover la adopción de medidas por los gobiernos.

Mejorar la tecnología del transporte público masivo:

En los últimos años ciudades como Bogotá, Buenos Aires, Fortaleza, Santiago de Chile y México DF han migrado sus sistemas de transportes ha transportes más sostenibles y amigables con el aire, un tendencia que debe impulsarse en todas las ciudades del continente y de forma completa para reducir las emisiones de CO2.

Chatarrización y más controles:

Implementar programas de desintegración de vehículos contaminantes, y aumentar la efectividad y los controles de las revisiones técnico-mecánicas de los vehículos teniendo en cuenta sus niveles de contaminación de acuerdo con la edad y la tecnología usada.

Utilización de tecnologías limpias:

Con el objetivo de reducir las emisiones de chimeneas industriales, estos organismos recomiendan la utilización de tecnologías limpias dentro de la industria que también aporten a la gestión mejorada de desechos urbanos y agrícolas, incluida la recuperación del gas metano de los vertederos como una alternativa a la incineración (para utilizarlo como biogás).

Aumentar la cobertura eléctrica:

La necesidad de aumentar la cobertura del servicio eléctrico a zonas vulnerables para reemplazar las fuentes fijas de contaminación y así reducir las consecuencias en salud y gastos médicos para quienes las usan.

Foto: Freepik

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