Deudas y más deudas. . . ¿con qué pagarlas?

por Editor

¿Perdió su casa, o su automóvil, y le embargaron el sueldo? Al terminar el primer semestre de 2017, las deudas de los colombianos con los bancos y otras casas de créditos, superaba los $645 mil millones cuando un año atrás fue de $437 mil millones.

¿Por qué crecieron las deudas en forma tan alarmante y para dónde vamos en este aparente desbarajuste? Veamos a ver en qué vamos y para dónde iremos. Este es un breve análisis para llegar a la conclusión de que los bienes dados en pago por deudas crecieron hasta junio pasado en un 85% y que el inventario de este sistema vale hoy mucho más que al corte  de cuentas de semestres pasados. ¿Acaso estamos botando el dinero o invirtiendo en pormenores que no valen la pena?

Lo cierto es que a millares de colombianos no les queda alternativa de entregar su vivienda que consiguió años atrás y sentarse en el portón de su casa a llorar y llorar. ¿Pero llorar y llorar solucionan sus problemas? No y no y enfáticamente NO. Luego a seguir trabajando tieso y parejo porque, como decíamos ayer, el palo no está para cucharas.

Hay un dato no tan grave: las viviendas capturadas por las instituciones crediticias solo (¿solo?) corresponden al 7% de los bienes-activos capturados por las financieras cuando en otra crisis pasada los bienes recibidos eran un 30% viviendas. En los recientes tres años el número de viviendas recibidas por dación de pago sumaban en promedio 370 unidades anuales y según Asobancaria, el restante son lotes sin construir, equipos petroleros o de construcción de carreteras o si no, que lo diga Ecopetrol, aunque a fines de julio la gran petrolera sostuvo que apagaba el modo crisis para salir de compras por el exterior o invertir en áreas con potencial para hidrocarburos no potenciales manteniendo la producción en 715 mil barriles por día).

Los otros ítems perdidos por los deudores son vehículos para uso de oficinas y se informa que los encartados son ahora más las empresas que las personas como ocurría en años pasados.

La situación ha hecho que las financieras (bancos y corporaciones nacionales y extranjeras) se hayan vuelto muy… muy cautelosas a la hora de estudiar una solicitud de crédito así sea una gran empresa con altos volúmenes de desarrollo. También es cierto que debemos tener en cuenta que la coyuntura económica de los recientes dos años ha derivado en condiciones financieras bastante difíciles tanto nacionales como internacionales y las viviendas recibidas en plan de pago sumaban un promedio de 376 unidades anuales, un nivel moderado si lo comparamos con el período anterior de CRISIS-CRISIS.

Pero si usted maneja un banco, pues maneja billetes, no finca raíz, luego, en cierta forma, para un banco recibir una lujosa vivienda lo que está recibiendo es un encarte pero a la hora de la verdad es mejor algo que nada, ¿no le parece? Pues… sí, es mejor la platica que los encartes.

En el año pasado, decreció en un 10% el número de viviendas entregadas en razón de pagos pero debemos aclarar que la coyuntura económica de los dos años recientes derivó en condiciones financieras más difíciles tanto por los prestamistas como para los prestadores.

Pero la situación de estas daciones en pago no son como prender las sirenas de las alarmas pero, obviamente, sí debemos todos estudiar, analizar y deducir para dónde van los mercados. Quien no estudia la situación se queda ignorante de su desarrollo y hasta podrá cometer equivocaciones que a la postre saldrán carísimas.

Otros aspectos son los cercanos entre sí que fijan en 3,5% el crecimiento de la economía nacional aunque para el equipo asesor económico-financiero de la revista Hechos&Crónicas, el crecimiento del 2º. semestre de 2017 estará encuadrado en un 3,0%, muy… muy superior al 1,2% como crecerá Brasil o un 1,0% Argentina. Es mejor crecer poco pero jamás en rojo y los pronósticos del 2017 en sus 12 meses no superarán el nivel de los 2,8%; pero crecimiento es crecimiento cuando son muchos los países que nos rodean que no llegarán a ningún Pereira. Agregamos que la CEPAL bajó de 2,7% a 2,4% el crecimiento de la economía colombiana cuando terminemos de subir la pesada cuesta de diciembre próximo.

En cuanto a los pronósticos para el PIB (Producto Interno Bruto) es donde los cambios son más preocupantes pues del 2016 llegó al 2% muy inferior a años anteriores y se hablaba que el 2017 iba a ser más agradable pero no serán muchas las sonrisas que veamos en los altos funcionarios del gobierno encargados de manejar la hacienda pública.

La gran pregunta de los gremios al analizar el primer semestre de 2017 es simple: ¿ya tocamos fondo? Y en Hechos&Crónicas podemos gritar con euforia a los cuatro vientos que ¡sí!, sí señor don dinero, usted ya tocó fondo y vamos de pa´rriba aunque sea lento pero estamos mirando hacia arriba y ya no hacia abajo.

No olvidemos que desde ahora hasta mayo del año entrante estaremos en época electoral, épocas de muchos gastos y costos que las empresas, para subsistir, deben meterle a la política. Pero aun así, con las aburridoras campañas políticas a bordo, que siempre han marcado senderos de desaceleración, la del año venidero será del 2% que se podrá paliar entre unos y otros, entre economistas, políticos y periodistas nos ponemos de acuerdo para no machacar en vano lo que nos anticipan los arúspices del futuro socioeconómico, financiero y bursátil de nuestros indicadores tanto en pesos colombianos, como en dólares, en euros, en yenes y en libras pues todos los 7.530 millones de habitantes navegamos en el mismo barco llamado PLANETA TIERRA.

Foto: 123RF

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