Aunque nos digan que todos los días son para los niños, celebrar esta ocasión de una manera especial puede ayudar a que sus hijos construyan recuerdos felices. Hechos&Crónicas trae algunas ideas para festejar el Día del Niño de forma novedosa.
En 1954, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) recomendó instruir en todos los países el Día Universal del Niño, una fecha exclusivamente consagrada a ratificar los derechos de los niños y a destinar diversas actividades para lograr el bienestar de los niños del mundo. Es una invitación para que los adultos a reafirmemos la importancia de los derechos universales de los niños. En cada país se celebra en una fecha diferente, a discreción del Gobierno, pero por lo general es un día de celebración en el que también se deben difundir los derechos de los niños, promulgados desde el 20 de noviembre de 1959.
En Colombia se conmemora el último sábado de abril, y para celebrarlo no es necesario llenar a los niños de regalos o gastar grandes cantidades de dinero, lo importante es darles amor y regalarles un día especial aprovechando esa mente creativa que Dios nos dio.
El confinamiento no debe ser un impedimento para festejar, por eso Hechos&Crónicas le sugiere algunos juegos para realizar en casa y divertirse con sus hijos durante este Día del Niño:
- El tesoro escondido
Convierta su casa en un lugar divertido con el personaje favorito de su hijo. Puede descargar modelos e imágenes de internet o dibujarlas a mano, incluso coloreando con los niños. La idea es decorar varios lugares (puede ayudarse con serpentinas y bombas para darle color) y en cada uno de ellos esconder un premio, acompañado de la pista donde encontrará el premio siguiente.
Para darle un toque bíblico, cada pista puede estar basada en un versículo que hable de lo que Dios dice de su hijo. Al final, cuando encuentre el “premio mayor”, puede incluir un versículo que Dios le revele para su hijo.
- Disfraces divertidos
Aproveche el Día del Niño como pretexto para llenarse de fantasía y color. Busque las historias bíblicas o de cuentos que más le gusten a su hijo e intente recrearlas. Disfrácense con materiales baratos como papel crepé de colores, cartón, pegamento, papel silueta, foamy, telas que ya no usen, pelucas, o incluso papel higiénico. No se trata de desperdiciar, sino de ser creativos con lo que hay en casa. Comparta esta experiencia con los niños, permítales que lo disfracen y luego tómense muchas fotos. La alegría del momento será inolvidable.
- Cocineritos felices
Pueden aprovechar el día para preparar la comida favorita de los niños o cocinar cualquier plato divertido que puedan decorar como galletas, tortas, pizzas, hamburguesas, etc. Además, no se limiten a cocinar, también pueden hacer un picnic en el patio o hasta en la sala de su casa. La hora de comer también puede ser divertida. Aproveche el momento para explicar cómo Dios creó todas las cosas, cómo suple sus necesidades y enseñar a ser agradecidos.
- Luces, cámara… ¡acción!
Sea que recreen la película favorita o se inventen una nueva historia, es un momento excelente para hablar, actuar, cantar y reírse juntos. Pueden ser ustedes mismos los actores o valerse de juguetes para generar las actuaciones. Las luces de lámparas caseras y linternas les ayudarán a iluminar y como cámara no necesitan nada más que un celular. Lo más importante es tener voluntad para hacerlos felices y dejarse llevar por la guía divina.
- Periódico familiar
Hagan un periódico familiar. ¿Cómo? Hablen de acontecimientos familiares importantes que valga la pena recordar como cumpleaños, fiestas de amigos, etc. Además, pueden incluir las cosas que Dios ha hecho en sus vidas. Este ejercicio es genial para la comunicación familiar y para recordar a los seres queridos que en el momento no pueden ver, pero son importantes para ustedes. Si tienes fotos para ilustrarlos, imprímelas y pégalas en una cartulina gigante como si fuera un periódico. Decidan entre todos los títulos de la noticia y los datos más importantes, y recuerden quiénes estuvieron y por qué fue un día o momento tan especial.
Como puede ver, cualquier oportunidad es buena para cumplir con la responsabilidad que Dios otorga a los padres de guiar a los hijos en Su Palabra, mostrándoles el mundo de posibilidades que Él les ha entregado y Su gran amor presente en todas las cosas, pues Dios nos dio la vida para alegrarnos y mucho más si se trata de hacer felices a los más pequeñitos. …¿quién puede comer y alegrarse, si no es por Dios? En realidad, Dios da sabiduría, conocimientos y alegría a quien es de su agrado. Eclesiastés 2:25-26.
Foto: Steven Libralon / Unsplash
