Diezmo y caridad ¿principios bíblicos o administración de la generosidad?

por Revista Hechos&Crónicas

La generosidad es un práctica ordenada en las Sagradas Escrituras y hoy en día, mucha gente la ejerce para con los menos favorecidos u obra sociales con el propósito de ayudar. El diezmo es un principio bíblico practicado desde la antigüedad y establecida en la Biblia para la manutención del templo y su función ministerial y de evangelización. ¿Qué motiva a la gente a dar con generosidad y a cumplir las ordenanzas bíblicas con sus finanzas?

Las Sagradas Escrituras en Malaquías 3:10 señalan “Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde”. Esta es una de las enumeradas veces que la Biblia habla sobre el diezmo, sin embargo, las muestras de generosidad se cuentan por miles en la Escritura.

El centro de investigación y recursos cristianos, Barna, se ha dedicado a estudiar la generosidad entre los creyentes y se ha establecido, como objetivo, la investigación sobre el quién, qué, por qué y cómo del panorama de donaciones de hoy. Al conocer los principios de la administración, generosidad, el diezmo, la iglesia así como las motivaciones de los donantes, se puede ofrecer un panorama más cercano del porque las personas eligen dar.

El diezmo

El capítulo “Revisitando el diezmo y la ofrenda” de la serie El Estado de la Generosidad (Revisiting the Tithe & Offering – The State of Generosity) realizado por Barna encontró que menos de la mitad de los creyentes dicen saber que es el diezmo. “Entre los cristianos (43 %), e incluso específicamente entre los dadores de la iglesia (44 %), menos de la mitad puede decir con certeza qué es el diezmo. Los cristianos practicantes tienen una conciencia mucho más fuerte del diezmo (el 59 % sabe lo que significa, el 18 % lo conoce), aunque poco más de uno de cada cinco de estos fieles asistentes (22 %) no reconoce el término”, señala el reporte de Barna.

A pesar de ser un precepto bíblico, la mitad de los creyentes no practica el diezmo. Más allá de lo que se pueda asumir, el hecho de no practicarlo difiere del que no se conozca su significado e importancia. “Cuando se trata de generosidad dentro de la iglesia local, solo el 21 por ciento de los cristianos fijan la ofrenda de su iglesia en el 10 por ciento o más de sus ingresos. Por lo general, sus ofrendas varían (37 %), mientras que una cuarta parte (25 %) no da nada a su iglesia”, detalla el informe.

Sin embargo, entre las causales de estos índices el reporte explica que “el diezmo tampoco es bien entendido por los adultos estadounidenses o incluso por los cristianos en particular (y, podemos suponer, no se enseña bien a través de las iglesias)”.

Generosidad

Una nueva entrega del informe “Estado de la Generosidad” denominada “Por qué es bueno dar” analizó que lleva a los adultos y cristianos estadounidenses a practicar la generosidad en sus propias vidas.

¿Cómo aprenden las personas un comportamiento generoso? La fuente más común es ver la generosidad ejemplificada a través de sus padres, generalmente las madres. Según hallazgos de esta investigación, la mitad de todos los adultos estadounidenses (49 %) dice que su madre fue el mejor ejemplo de generosidad en su vida, y el 35 % dice lo mismo de su padre. Para los cristianos practicantes, Jesús es el ejemplo de generosidad más citado (61%).

Una de las conclusiones de este capítulo es que los creyentes son buenos dadores. “Y como cristianos, sabemos que dar es bueno porque dar es elemental para la naturaleza misma de Dios y la historia de la fe cristiana. Al participar en la generosidad, las personas pueden aprovechar el significado y la alegría de ese trabajo redentor y transformador”, sostiene.

Donar

Las personas dan por ser quienes son. En este estudio, los donantes se definen como adultos que dicen haber donado cualquier cantidad de dinero a organizaciones benéficas, incluidas iglesias o lugares de culto, en el último año. El 60% de los adultos estadounidenses y el 90% de los cristianos practicantes están en esta categoría.

En este sentido, cuando se trata de lo que lleva a las personas a donar su dinero a organizaciones benéficas, para algunos adultos estadounidenses, la naturaleza de la solicitud es relevante. Las personas pueden dar por el ministerio (6 %) o la persona (8 %) que se lo pide, o la razón (11 %) o la forma (7 %) por la que se lo piden. Pero la mayoría de las veces, de hecho, para un sorprendente 69 por ciento de los adultos dicen que dan por lo que son. Para los adultos estadounidenses que son cristianos practicantes (77%), esta respuesta es aún más común.

En detalle, la mayoría de los cristianos practicantes (60%) dice que la verdadera generosidad es siempre una respuesta al amor de Cristo, por lo que esta es su principal respuesta.

Finalmente, las razones personales de las personas para donar, diezmar o dar con generosidad deben estar motivas en hacer el bien y ayudar al prójimo, como lo expresa en Marcos 12:31: Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Igualmente, el cumplir con las ordenanzas de Dios con el dinero trae bendición a las mismas finanzas, ya que este es uno de los pocos mandamientos con promesa.

Foto: Leiada Krozjhen – Unsplash (Foto usada bajo Licencia Creative Commons) 

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