Editorial

por Editor

Los jinetes en el partidor

¡Gracias! Dios mío que en Colombia disfrutamos de una gran democracia aún con sus defectos, como la bestial corrupción. ¡Pobre Venezuela! En la dictadura de las desgracias.

Los jinetes ajustan las monturas de sus corceles para rodar en el vertiginoso galope rumbo al Capitolio Nacional mientras una selecta docena se lanza en busca de la Casa de Nariño. Unos y otros atraviesan las etapas del precalentamiento electoral mientras la experticia de cada quien no asoma su faz en espera de soltar a los cuatro vientos las amarras de su comunicación estratégica basada en la economía de la experiencia.

Unos y otros ¿qué buscamos? Un caudillo que disipe las congojas pues a nuestro alrededor merodean muchas que nos desestabilizan. ¿Será esto posible? Solo Dios sabrá ese y otros futuros.

En este enorme hipódromo de las próximas votaciones con las tribunas repletas de apostadores en el gran concierto de las urnas, falta desde el mínimo detalle para explayar cada cual sus ecuaciones hasta el domingo 11 de marzo cuando se abrirán los millares de partidores con los jinetes a sus espaldas para llegar a la meta del Congreso Nacional, asambleas y concejos municipales: elegiremos 104 senadores, 166 representantes a la Cámara. Dos centenares de diputados a las asambleas departamentales y millares de concejales municipales. Año entrante, año de votaciones. ¡la campaña electoral ha comenzado!

Debemos correr más rápido para mantenernos en el lugar de avanzada. Por ahora  vamos por los campos del fragor en busca del triunfo en las urnas. Es la etapa de unos que mueren y otros que renacen cuando se suponían desaparecidos, unos que ríen y otros que lloran pero falta mucho entrenamiento y preparación profesional en estas expectantes horas de los escrutinios. Hasta en el exterior ruedan los votos pero a veces da grima el abstencionismo por el bajísimo número de sufragios. Por los linderos del mundo pocos acuden al llamado cívico de acariciar las urnas y meter la papeleta. Ese es el voto en embajadas y/o consulados de Colombia. Poco trabajo, como siempre, mucho de nada y poco de mucho.

¿Quién cruzará primero la meta? No será el supuesto adalid ni el más ágil correlón sino aquel jinete de la política criolla que no se jacte de sí mismo sino que son otros quienes lo alaben y lo encaramen en el pedestal del poder buscado y rebuscado. El partidor ahí está, con unos pocos jinetes que miran a lontananza como si lo primero, el partidor, es decir, las elecciones presidenciales de mayo en la cartografía colombiana, fuera la única entretención nacional.

Para los corceles que ya calientan con la monta encima de su jinete, el partidor genera temor pues desde ese instante es llegar entre los primeros si sus cascos pisan bien apuntillados en el impulso, o entre los últimos si la partida es lánguida.

Estamos en septiembre/2017 y en marzo/2018 elegiremos nuevo Congreso (poder legislativo), en mayo votaremos para nuevo Presidente (Poder Ejecutivo) y el 7 de agosto ¡habrá nuevo gobierno! Vivimos en plena democracia. Nos gustaría que nuestros hermanos venezolanos disfrutaran de las aulagas de una plena democracia, como la colombiana ¿Una dictadura aquí?… imposible.  ¡no, qué desgracia! ¡Pobre Venezuela!

Aquí hace sol, allá llueve sin cesar.

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