El equipo dirigido por Alberto Gamero logró remontar el marcador a favor del Atlético Nacional en el estadio Atanasio Girardot y se coronó campeón de la Liga Águila I -2018. Tras finalizar el partido y la sesión de penales, los jugadores y el cuerpo técnico tolimense elevaron una oración agradeciendo y dedicando a Dios por este nuevo campeonato, obtenido tras 14 años y medio de perseguir este sueño futbolístico.
“Algo grande podemos hacer” fueron las palabras de Gamero durante la rueda de prensa antes del partido de vuelta en Medellín, a pesar de tener un gol en contra tras el primer partido de la final en Ibagué, y así fue. Tras empatar la serie con un gol de Danovis Banguro en el último minuto, el equipo vinotinto y oro derrotó al equipo paisa desde el punto penal, logrando así su segunda estrella.
Tras consagrarse campeones, los jugadores y el cuerpo técnico en compañía de sus familias se arrodillaron en plena cancha, a la vista de los hinchas ambos equipos, y elevaron una oración, que fue dirigida por Rafael Robayo, en agradecimiento y dedicación del título para Dios.
En declaraciones al canal Win Sports, el delantero Rafael Robayo declaró “Primero hay que darle la gloria y la honra a Dios, el partido fue de fe, sabíamos que teníamos un premio por parte de él, la promesa no era en vano y hoy nos entregó esto. En los penales él nos abrió el arco como lo hizo hace 8 días en Medellín. En la concentración del equipo antes de este partido, el grupo estaba muy callado, se hablaba solo lo esencial, pero no había entorno de final. Estábamos concentrados y eso era bueno, sabíamos que esto era así, nos teníamos que entregar los 90 minutos, en el último minuto Dios nos dio el premio”.
Tras la emotiva celebración y con miras en el futuro, todo el equipo disfrutará de un tiempo de vacaciones y regresará a entrenamientos el 21 de junio para prepararse para la Copa Libertadores y el segundo semestre de la Liga Águila.
Foto: Deportes Tolima